Monday, September 14, 2009

Saturday, June 20, 2009

El circo de Iztapalapa

El circo de López Obrador en Iztapalapa fue la gota que derramó el vaso. Refleja los vicios y los engendros de un sistema político agotado, la feroz batalla hacia el interior del PRD y la falta total de escrúpulos con tal de hacerse del poder.

Estoy como hipnotizado viendo una y otra vez las imágenes del mitin de Iztapalapa que me hacen pasar del coraje a la tristeza, y de la risa a la desesperanza.  

Pero, ¿por qué debería de sorprenderme? ¿qué se podría esperar de alguien que no respeta, salvo que le favorezcan, a las instituciones ni a las leyes, minando sistemáticamente su credibilidad? Se trata más de un sentimiento de decepción.

Denise Maerker, en su último artículo en El Universal, “El verdadero Andrés Manuel”, sintetiza de manera magistral el sentimiento que provoca en algunos el circo de Iztapalapa.  En su pieza se percibe la incredulidad de la autora, mezclada con un sentimiento de decepción, y hasta de vergüenza, por haber apoyado a quien pensó ofrecía la mejor alternativa política para México. Puedo identificar ese sentimiento en el artículo de Maerker por que lo conozco…

http://www.eluniversal.com.mx/columnas/78752.html

El mérito de López Obrador es haber dado voz a millones del México olvidado, y haberles ayudado a hacerse escuchar, exigiendo por principio de cuentas el reconocimiento de su propia existencia y su derecho de incorporarse a la vida política, social y económica del país. 

AMLO ha sido una especie de recordatorio de que existe un importante sector de la población que se siente excluido y que reclama la adopción de un modelo más incluyente. Él ha sabido capitalizar esta especie de papel de interlocutor para satisfacer sus ambiciones personales.

Puedo pasar por alto el episodio del “cállate chachalaca” y sus incongruencias político-partidistas de apoyar a 3 partidos en la misma elección, pero apelar de manera tan cínica a la pendejez de la gente es demasiado.

 

 

 

Thursday, June 18, 2009

Twitter

Cuando me platicaron por primera vez del Twitter lo primero que dije fue: “eso es para gente huevona sin quehacer”.

Me parece un exceso que, por un lado, alguien este dispuesto a contar las cosas qué hace, a dónde va o con quién esta durante todo el día. Por el otro lado, y quizás menos comprensible para mi, es el ocioso que está del otro lado pendiente de lo que hacen sus contactos.  Es como una adicción a estar permanentemente conectado a una red en la que los usuarios encuentran placer conociendo y compartiendo la vida, de manera ininterrumpida y en tiempo real, con los demás.

 Sin embargo, este es el lado fútil y frívolo de esta nueva herramienta.

A partir del viernes pasado en que se celebraron elecciones en Irán, el Twitter de manera particular, junto con otras, ha demostrado ser una herramienta utilísima como vaso comunicante entre la sociedad, particularmente en una que ve limitados sus derechos a la libre expresión y asociación.

El Twitter no sólo ha servido para convocar a las manifestaciones multitudinarias que se han registrado en Teherán durante la última semana, sino que ha permitido que los partidarios de esta corriente advertirse entre sí sobre los posibles peligros que enfrentan mientras se manifiestan. Recomendaciones, tips, advertencias, llamamientos electrónicos que hacen posible en gran parte que una ciudadanía con sus derechos cuartados pueda organizar un movimiento que desafía al régimen autoritario iraní.

Además de las ventajas que ha tenido su utilización, el Twitter es un símbolo, es el icono de una generación de jóvenes que demandan cambios en la estructura política y económica de su país; una generación de jóvenes que através de este canal moderno de comunicación han logrado articular una sola voz que exige una respuesta a una pregunta esencial: ¿dónde está mi voto?

No pienso utilizarlo, en este momento no lo necesito, pero sin duda pensaré detenidamente mi respuesta cuando se me vuelva a preguntar mi opinión sobre el Twitter.

Wednesday, June 17, 2009

Voto en blanco

¿Son tan limitados nuestros espacios de expresión política que vemos al voto en blanco como la única alternativa para externar nuestro malestar ante el estado que guarda el sistema político del país?

La respuesta es no, sin embargo, el voto en blanco promete ser el medio mas efectivo, y el que conlleva un menor trabajo en una sociedad que tampoco está dispuesta a realizar  mayores esfuerzos, para dar un manotazo sobre la mesa y decirle a la clase política que !ya basta!

José Woldenberg ha advertido sobre la ineficacia del voto en blanco, calificándolo mas como una muestra del hartazgo de la sociedad, que como una propuesta constructiva que contribuya al mejoramiento de la democracia en el país. Sin embargo, ahí radica el poder de convocatoria del voto en blanco: se trata de un movimiento que golpea y amenaza destruir a la aborrecida clase política; es la satisfacción efímera de que mi decisión, junto con la de otros miles o millones de personas, cuestiona la legitimidad de los partidos como los únicos hacedores de política.

Después de las primeras expresiones de espanto de los políticos, pareciera que el movimiento del voto en blanco ha comenzado a dejar sentir sus efectos, pues ya se escuchan los primeros pronunciamientos de que es necesario revisar la actual ley electoral después de las elecciones del 5 de julio. 

El voto en blanco es ya el fenómeno a seguir durante las próximas elecciones. Anticipo los análisis que se harán al respecto, será particularmente interesante ver de manera local y regional los porcentajes de los votos en blanco, que se traducirán en una encuesta sobre los niveles de aprobación de los políticos locales.  No puedo imaginarme la cara del gobernador de la entidad ganadora con el porcentaje más alto de votos en blanco.

Con todo lo difuso y anárquico que pueda ser este movimiento, el voto en blanco se ha convertido en una figura esperanzadora que devuelve a la ciudadanía la percepción de que no todo está perdido, y que en esta malograda democracia hay instrumentos para hacerse escuchar.  

 

 

Tuesday, June 16, 2009

Tengo que escribir aunque no tenga ganas de hacerlo, aunque no tenga nada que decir; es una cuestión de disciplina.  He descubierto que el miedo a decir pendejadas no evitara que las diga…

Paulatinamente, pero de manera constante, los colores han ido recobrando su brillo y las cosas han pasado nuevamente al plano tridimensional.

Tuesday, April 21, 2009

Me preocupa no tener nada que escribir...

Friday, January 16, 2009

16 de enero

Un año en Nueva York

Ni lo sentí…