Friday, May 2, 2008

Inmediatez

Si tuviera que señalar una sola característica de nuestro tiempo escogería la inmediatez.

El avance tecnológico en materia de comunicación es el fundamento de esta característica. La fibra óptica, comunicaciones vía satelite, cosas que, como he dicho antes aquí, rebasan la capacidad de mi entendimiento, hacen posible que conozcamos sucesos en cualquier punto del planeta en tiempo real.

No obstante, la inmediatez no se limita al simple hecho de estar informado permanentemente, tema que merece un comentario aparte, sino que alcanza muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, que debido a esa cotidianeidad nos pasa desapercibido. Pero el mensaje está ahí, aquí, en todos lados, en el Internet, en la televisión en la calle: Puedes tener lo que quieras, hacer lo que quieras, ver y escuchar lo que quieras, comer y beber lo que se te antoje en el momento que quieras:

“Llama ahora”

“Sólo haz clic aquí”

“Abierto las 24 hrs”

“A tu alcance con tan sólo oprimir un botón”
"No esperes más"

Algunas cosas efectivamente se podrán conseguir en el momento y algunas otras llegarán mañana, en dos días o a la semana siguiente, pero al final no es eso lo que cuenta sino la percepción de tener y hacer las cosas en el instante mismo en que se piensan o desean.

Por alguna razón, siempre he pensado que vivo en el periodo de transición entre dos generaciones y que por lo mismo no pertenezco a ninguna (cualquier semejanza con el Lobo Estepario es mera coincidencia). No es que esta generación me desagrade, de hecho me he habituado más o menos bien, pero no puedo dejar de sentir añoranza por una época que apenas conocí y que evidentemente no puedo revivir.

¿Cómo eran esos días sin teléfonos celulares, radiolocalizadotes o blackberrys? ¿Cuál es la sensación de esperar la carta de un ser querido, tener que espiar al cartero, hacer el cálculo de cuándo llegará? ¿Qué se hacía los fines de semana en que se quedaba uno sin dinero y tenía que esperar hasta el lunes, a las 9 de la mañana, a que abrieran el banco para hacer un retiro? Todavía me tocó hacer largas filas para pagar la luz, el teléfono; hoy se puede pagar por Internet.

Insisto, no me resisto ni me opongo a los avances científicos o tecnológicos, por el contrario, los celebro, pero cada vez me convenzo más de que estos “hoy”, “aquí”, “ya”, “de inmediato”, “ahora”, son los culpables de que el tiempo se vaya tan rápido.

No solamente estamos perdiendo la capacidad de esperar, sino que cada vez se reducen las oportunidades para hacerlo y pareciera que la espera es la que extiende el tiempo, otra vez, cuestión de percepción.

Resulta paradójico que ahora que tenemos a nuestro alcance la posibilidad de “disfrutar” más cosas no tengamos tiempo para hacerlo, porque no importa el tiempo que tengamos y las cosas que deseemos, la inmediatez, por definición, nos impone un límite en el número de cosas que podemos hacer a un mismo tiempo.

No sé si todo tiempo pasado fue mejor, pero creo que sí fue más largo.

¡Carajo, ya es viernes otra vez!!!!

1 comment:

Anonymous said...

necesidad de comprobar:)